El tiempo sigue pasando y los sentimientos van cambiando, apagándose.
A veces parece que desaparecen, pero después vuelven.
Ya no duele como antes, pero algo genera.
A veces más bronca que dolor.
A veces es extrañitis.
Pero entonces te das cuenta que no era la persona que vos creías, o que quizás cambio mucho.
Es extrañar el recuerdo.
Pero pensar en que las cosas no cambian, es una manera de seguir adelante y entender.
Así está bien, así es como debe ser.
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La ciudad va recogiendo mis pedazos..