Mandándome cagadas desde tiempos inmemorables.
Está es la primera que escribo sobre vos.
Apareciste hace muchos años, como el amigo del novio de mi amiga.
Me caiste bien desde un principio, no sé porque era incómoda la situación para mí, al principio.
Con el tiempo nos hicimos amigos.
Te ganaste toda mi confianza y mi cariño.
Te mereces todo lo mejor.
Estuviste ahí siempre, hasta cuándo me operaron.
Me volaste la cabeza como hacía mucho no me pasaba.
Pero como siempre lo arruine, con mis inseguridades, con mi pánico a una relación, por mi miedo a darle el poder a alguien de volver a destruirme.
Me hiciste tan feliz en esos pocos días, pero taaaan feliz, como nadie me había hecho sentir desde hacía mucho tiempo.
Obvio que lo negué hasta el último segundo.
Después lo arruine, como siempre.
Nunca quise hacerte mal, nunca.
Por eso elijo hacerme un costado, aunque me duela.
Por eso te dejo ser libre, con quién merezcas ser feliz.
Yo te voy a seguir queriendo desde acá, aunque vos ni lo sepas.
Perdón y gracias.
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La ciudad va recogiendo mis pedazos..