Al final mí inseguridad no era en vano. Yo me dormía a veces pensando en que ojalá durara mucho mi felicidad, en que ojalá me amaras mucho tiempo más porque eso quería yo.
Siempre fui insegura, trataba de valorar cada acto tuyo y disfrutarlo. Darme cuenta que esa era tu manera de demostrarme amor, desde calentarme las medias hasta acompañarme en un viaje.
Y yo amaba tus detalles, pero había otras cosas pequeñas que me confundían y trataba de evitarlas.
Cuando dejaste de hacer cosas por nosotros y a dudar en que hacer, me rompiste en mil pedazos. Intenté salvar las cosas pero me di cuenta que vos no querías salvar nada.
Y hoy aunque me duela el alma y te extrañe un montón, aunque me muera por tenerte al lado veo que seguís tu vida como si nada.
Veo que yo era insegura porque en el fondo sabía que tú amor no era como el mío. Yo te elegía para siempre, no importaba cuántos defectos tenías y cuántas cosas me molestaban de vos, nada era más fuerte que el amor que yo sentía por vos. Yo quería compartir mi vida con vos pero yo era algo temporal.
Siempre lo fui, siempre lo supe.
Siempre me dejaste y yo siempre sufrí cada vez que nos separamos.
Pero está vez se que es de verdad. Esta vez se que no hay vuelta atrás y no pienso hacer nada tampoco.
De nada serviría.
Tatuada llevo la marca de tus aguijones.
domingo, 21 de mayo de 2017
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La ciudad va recogiendo mis pedazos..