Una lágrima
resbala por mi mejilla, sé que es el
momento
porque me siento sola y estoy triste, no
quiero
sentirme así.
Ahora hay
algo que debo hacer para sentirme bien y
es
desligarme de todo aquello que me hizo sentir
tan desdichada.
Si pensaba
que mi corazón estaba destrozado. Estaba
equivocada.
El maldito bastardo tenía la capacidad de
encontrar
un pedazo sano por pequeño que fuera y
volver a romperlo.
Solo que era cien veces peor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
La ciudad va recogiendo mis pedazos..