Pero yo no tenía miedo de nada con esa persona al lado, porque metía las manos en el fuego por esa persona.
Y la desilusión que me lleve es equivalente a todo el amor que siento, y créanme no es para nada escaso. Todo lo contrario.
Me hizo muy feliz en un momento que yo realmente necesitaba a alguien me ayudara. Y estuvo ahí, sin conocerme, sin saber muchas cosas.
Confíe como nunca, me deje llevar.. deje que las cosas pasarán. Y dejé a mi corazón sentir todo lo que tuviera ganas y todo lo que pudiera.
Aunque enojada pueda decir que me arrepiento, es mentira, porque hice lo que sentía.
Me volví a sentir viva, no tuve ni tiempo para estar triste.
Pero ahora no puedo dejar de llorar y de sentir ese dolor en el pecho que me está matando.
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La ciudad va recogiendo mis pedazos..