sábado, 8 de diciembre de 2018

Es el límite.

Esta es una larga historia que llegó a su fin.
(Ya le puse punto final, no retrocedamos).

Cuando nos separamos yo no podía aguantar más la situación.
Hablé con vos antes de llegar a eso, pero nunca ví un mínimo cambio y no lo tolere más.
Nunca intentaste arreglar nada.

Me liberé, me enoje, me dolió y te extrañe. Pero siempre notaba que las cosas no cambiaban ni iban a cambiar, y eso era lo que me ayudaba a no aflojar.
Cada uno hizo su vida.

Pero cuando me operaron te borraste. Eso fue lo peor que me paso. Eras la única persona que yo necesitaba ahí y no estabas.

Claro, estabas con ella.
Seguramente lo que le haces a ella ahora, me lo hacías a mi. Tan equivocada no estaba.
Me dolió mucho entender todo.
Por mucho tiempo no pare de pensar en que tan mal había hecho las cosas, que si hubiera actuado diferente quizás hoy no estaríamos así.
Pero después pare y entendí que nadie te obligo a estar adónde estas. Estás ahí porque querés.
Yo no puedo ni quiero hacer nada para cambiarlo.
Claro que podría haberlo hecho mejor y vos también, pero elegiste lo fácil.

Ya no me duele saber que estás con otra persona. Ojalá seas feliz.
Yo ya no quiero estar con vos, mucho menos sabiendo todas estas cosas.
Solo te extraño a veces, pero no voy a volver a ese lugar de mierda.

Todo pasa, y esto también va a pasar.

Soltar, para liberar y recibir lo que viene, que seguro que es mejor.

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La ciudad va recogiendo mis pedazos..