Lo único que voy a seguir diciendo, creo que para siempre... Es que me duele.
Te juro que me duele más que el brazo, me duele más que la pierna de la caída.
Me duele más tu actitud, me duelen tus actos.
No me sirven tus disculpas, no me sirve tu arrepentimiento. ¿Era necesario tratarme así? Menos mal que me querias...
Con esto entiendo que no me querés nada, no te importo de verdad.
Me duele ser tan tonta, me duele como me maltrataste, como me humillante como si yo no fuera nadie. Claro que no lo soy para vos. Claro que nunca lo fui.
No te da el tiempo para darme más motivos para que no esté con vos.
La vida me dice en la cara que no te tengo que querer, que no tengo que seguir llorando por vos. Por alguien que no quiere arreglar nada, por alguien a quien no le importa esa relación que tanto busque, por la que tanto luche y a la que tanto amor le puse, como si nunca hubiera fallado, como si nunca me hubiera dolido nada, totalmente ciega por tanto amor en el que yo creía que valía la pena. Totalmente ciega por demostrarte que no era mentira ni en vano tanto amor. Pero me equivoqué como siempre, no sirve de nada tanto amor. Es puro y sincero, pero no sirve. Lo único que hace es hacerme mal, dolerme. Porque no lo querés ni te interesa...Así como yo no te intereso.
No te importa cuanto deje, cuanto arriesgue, cuanto lloré y cuánto voy a llorar por esto. Pero al final, es mi culpa por haber creído en vos. Por haber creído en que me querias.
Hoy ya no se quien sos, quien te creí todos estos años.
Hoy no puedo perdonarte. Hoy no puedo perdonarme por ser tan idiota.
Hoy solo quiero dejar de respirar.
Hoy me duele todo, no solo el alma. Pero aunque me este muriendo, no voy a tomar nada. Eso es lo que quiero, destruirme y desaparecer de una vez.
Estoy harta de que todo lo que haga no sirva de nada, porque las cosas siempre empeoran. Estoy cansada de lucha con mi propio cuerpo.
Espero que el lupus me gane.
Chau.