Sólo contaba los días para irme, y apareciste. Te mire, vi esos hermosos ojos..y no solo por el color, tu mirada.
Tu mirada me gustó desde el primer día, como vos, pero tuve miedo y dije, "No, déjalo así".
Con el paso de los días, y conocerte, cada vez era todo más fuerte. Y eso era lo que me daba tanta miedo, no me importaba donde no haciendo que, solo me importaba estar con vos. Me hacías sentir amor.
Me estaba despertando otra vez, estaba volviendo a tener ganas de vivir, volvía a sentir que tenía un corazón que tanto podía y puede amar, todavía.
Y tus chistes, tu sentido del humor, todo lo que sos y me haces sentir, me hacen amarte cada día más.
Pero a veces me rompes un poco con pequeñas cosas, y no es que sea tu culpa, es que tengo golpes viejos y todavía no estoy fuerte como antes.
Amarte tanto es darte el poder de destruirme, porque abri mi corazón, sin pensarlo tanto, porque hubo algo en vos que me dejó confiar desde el primer día.
Y no es tan fácil, a veces ni explicar cosas en otro idioma, ni las costumbres que tratamos de juntar y encontrar.
Pero si de algo estoy segura, es que no te puedo ni quiero dejarte ir.